No me olvido y sigo cumpliendo.
Me estuve prenguntando dias antes de ir a una fiesta infantil aca, cómo podría llegar a ser... si iba algún maldito payaso, habrían juegos como los que se acostumbran en México o si iba a haber una piñata. El payaso, para mi fortuna, no hubo; los juegos pues nada que ver y sobre la piñata... sí hubo, pero no la rompieron porque era un regalo de los tíos mexicanos que vinieron cargando la piñata de Barney bien cubierta con envoltura de bombita (¡o como se llame!) desde México. Por otro lado, al ver todo eso, recordé varias cositas que hicieron a algunos de mis 23 cumpleaños más especiales que los otros. Cumpleaños #2 Obviamente es muy dificil recordar, pero mi mamá me contó que había contratado un payaso y que yo no paré de llorar hasta que mi mamá se disculpó y le dijo que a la nena le dio miedo y que era mejor que se fuera hahaha. Hasta la fecha, NO me gustan para NADA los payasos. Cumpleaños #3 Me cantaron las mañanitas... partí mi pastel... y repentinamente metí la carota en el pas...