Destino

Me despertó un claxon que tenía la tonada de "vamos a la playa oh oh oh oh oh" y supuse que era una camioneta vieja, con horma de carrito de juguete de mercado. Después de despertar otro día con una de mis canciones -mariconas- favoritas, lograr ese estado de optimismo para levantarse y vivir otro día igual a los últimos 600 de mi vida ya no es el mismo aunque hay buenos intentos.

Tenía cita con un adelanto del destino, por asi decirlo, y el mismo "destino" se encargó de mantenerme con la duda de lo que ni siquiera sé que existe. No por algo pasan las cosas, eso lo entendí hace poco y ya no justificaré mi porvenir con esa frase y al terminar este párrafo me estoy convenciendo a dejar de decir la palabra "destino".
Me doy cuenta de que cuando escribes y lees lo que sientes, entiendes muchas cosas y te sorprenderás cuando ves que te puedes conocer tu mismo. Es un buen ejercicio.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¡Qué basura!

Apocalipsis a domicilio, y Jueves de 2x1

Textos bipolares sobre amor. Toma 2